10/10/17

Comer sano y la alimentación de la autoestima [10-10-17]

 
Comer sano y la alimentación de la autoestima

Un estudio de la UHU asegura que las mujeres con hábitos saludables tienen mejor percepción de su cuerpo

 
Comer sano y la alimentación de la autoestima
La imagen corporal y los cánones estéticos siguen ejerciendo una gran influencia sociocultural sobre la población, especialmente la femenina, como lo acredita el mantenimiento de toda una macroindustria de la estética corporal aun a pesar de la crisis económica. Éste es uno de los datos que aporta la tesis doctoral Procesos cognitivos y emocionales en trastornos de la conducta alimentaria. Percepción de la imagen corporal y toma de decisiones en mujeres onubenses, defendida por Concepción Martínez García, profesora del Departamento de Psicología Clínica, Experimental y Social de la Universidad de Huelva. Otra de las conclusiones es que las chicas que tienen una peor autopercepción de su imagen corporal (distorsión de sobreestimación) presentan también unas tomas de decisiones más arriesgadas y desfavorables.

Según informó la Onubense en una nota de prensa, el objetivo principal de este trabajo ha sido analizar la relación entre una excesiva preocupación por la propia imagen corporal (o una distorsión en la percepción de la misma) con la decisión de ingerir menos nutrientes de los necesarios o la de realizar otras conductas y hábitos poco saludables.

Para ello, Martínez ha estudiado si existen diferencias entre mujeres onubenses que presentan trastornos alimentarios y mujeres con hábito alimentario saludable, ambos grupos con la misma edad (15 años) y similar nivel socioeconómico, en variables como la toma de decisiones relacionada con la autopercepción de la imagen corporal, la composición física muscular y adiposa, los hábitos alimenticios y los de ocio y tiempo libre, entre otros.

La investigación de Martínez concluye que existen diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos en la toma de decisiones y que ésta se relaciona de forma inversa con su autoimagen corporal. En este sentido, las chicas que tienen una peor autopercepción de su imagen corporal (distorsión de sobreestimación) presentan también unas tomas de decisiones más arriesgadas y desfavorables; éstas son las del grupo que presentan trastornos alimentarios. Por el contrario, las chicas que tienen hábitos alimentarios saludables tienen menos distorsión de su imagen corporal y presentan tomas de decisiones más favorables.

Estos resultados se constatan también con los obtenidos a través de mediciones objetivas fisiológicas y el análisis correlacional de variables.

Según ha comprobado Concepción Martínez en su análisis, la toma de decisiones se relaciona de forma directa con el perímetro torácico y con el perímetro de cintura. En este sentido, los mejores resultados en el proceso de toma de decisiones lo obtienen aquellas participantes cuyas formas físicas de pecho y cintura son mayores o están más desarrolladas, mientras que las chicas que tienen menores dimensiones corporales en estas variables obtienen los peores resultados finales en dicha tarea.

La conclusión central de la tesis de Concha Martínez es que en el trastorno de la conducta alimentaria existen procesos cognitivos (toma de decisiones relacionadas con la autopercepción de la imagen corporal) y emocionales (diferente ejecución a lo largo de la tarea de la toma de decisiones, especialmente afectada en la fase de rendimiento, frente a la fase de aprendizaje) que los hacen compatibles con la teoría del marcador somático de Antonio Damasio, según la cual las emociones dirigen nuestros procesos de decisiones y de razonamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario