16/10/17

Me quiero mucho, poquito, nada [16-10-17]


Me quiero mucho, poquito, nada

Hablemos un poco acerca de la autoestima, que me parece es una de las bases del bienestar psicológico.

Hay muchas definiciones de autoestima, podríamos resumirla de manera simple como la valoración que una persona hace de sí mismo.

Sin embargo no es tan simple. La autoestima se construye, se modifica a lo largo de toda la vida, es de naturaleza dinámica.

En la infancia se construye a través de la mirada de nuestros padres, de lo que ellos dicen que somos, cómo ellos nos miran es tan importante, que lo creemos hasta que el mundo nos empieza a devolver otras imágenes y palabras respecto de nosotros mismos.

¿Viste que las madres pensamos que nuestros hijos son hermosos y unos genios?

Esa sobrevaloración es muy importante como base, la vida más tarde nos va a dar a entender que no somos tan genios ni tan lindos pero tampoco los peores.

Sabes que cuando nos miramos a nosotros mismos no lo hacemos ni con los ojos ni “objetivamente” sino que, nos vemos de acuerdo a cómo nos han mirado las personas que son y han sido importantes afectivamente para nosotros.

Esa mirada nos valoró con amor o nos desvalorizó y es nuestra base para construir la autoestima.

A lo largo de la vida vamos haciendo muchas cosas para que nos quieran o nos reconozcan, a veces aún cuando los demás nos valoran nosotros mismos no lo creemos…Muchas veces deberíamos mirarnos con el amor y el reconocimiento que el otro nos devuelve…

Por que es tan importante una autoestima alta cuando vamos envejeciendo?

Porque a lo largo de la vida vamos enfrentando cambios, desafíos, crisis y la autoestima es clave como sostén o soporte.

Cuando tenemos una autoestima saludable , si bien sentimos miedo de lo nuevo o lo desconocido, podemos pensar: “yo puedo” … “tengo la capacidad suficiente para afrontar esto”…o mejor aún “aunque no salga como espero lo voy a intentar”…

Tener la autoestima alta cuando uno es joven, lindo, “exitoso”, inteligente y el mundo se rinde a tus pies, es sencillo…es como ser Gardel con los 4 guitarristas. Me parece que la autoestima se pone a prueba en momentos en que no funciona todo como espero y desearía, o como “me lo merezco”.

Cuando alguien me dice que no, cuando no tengo trabajo, cuando me jubilé ( no por propio deseo o decisión), cuando me quedo solo…allí es cuando se juega profundamente la autoestima: me puedo decir a mí mismo que soy valioso aunque esté atravesando un mal momento…porque la estima hacia nuestra propia persona no puede depender de los “éxitos”, sino de reconocer otros valores como la persistencia, la valentía, el desafío que nos proponemos, la capacidad de soportar el miedo, el dolor, la frustración, la decepción…ya que en la vida no todo es como lo planeamos o lo deseamos.

Una investigadora llamada Carol Riff plantea un modelo muy interesante sobre el bienestar psicológico, en el cual la autoaceptación ( uno de los pilares del bienestar psicológico) es pensada como la capacidad de sentirse bien con uno mismo siendo consciente de los propios límites.

En suma tener conciencia del valor que uno tiene como persona, aceptar con humor los defectos y limitaciones ( e intentar cambios) y sentirnos orgullosos de nuestros logros, hacen al bienestar y a la calidad de vida no sólo en el envejecimiento sino en cualquier momento de nuestra vida.

¿Me vas a decir que es difícil? Y sí el bien-estar consigo mismo es un trabajo de hormiga, no?
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario